El viernes 15 de marzo realizamos la primera visita a nuestra institución de apoyo social, el asilo de ancianos de la Obra Don Guanella. En un ambiente de sana convivencia, fuimos recibidos por los abuelitos que irradiaban en sus caras la felicidad de ver a jóvenes que fueron a compartir con ellos un grato momento.
Al llegar a la ODG, los abuelos se estaban preparando para la oración del Rosario; luego compartimos con ellos sus experiencias de vida, sus dolores y alegrías, gustos y mañas; al mismo tiempo que compartimos con ellos nuestros sueños y aspiraciones. Los abuelos nos compartieron sus experiecias de esfuerzo y de sacrificio, nos desafiaron a jugar truco con mate; las damas nos alentaron a continuar con nuestros proyectos personales.
Al momento de la despedida, las caras de agradecimientos de estos abuelitos era inmensamente gratificante y nos animaba a continuar con nuestro proyecto. Cada uno al despedirnos de ellos nos dedicaba una bendición. Al momento del balance nos da una sensación de satisfacción y de éxito en el propósito de nuestra primera visita que era establecer un lazo con los abuelos.
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| Renaciendo Alegrías |
El viernes 15 de marzo realizamos la primera visita a nuestra institución de apoyo social, el asilo de ancianos de la Obra Don Guanella. En un ambiente de sana convivencia, fuimos recibidos por los abuelitos que irradiaban en sus caras la felicidad de ver a jóvenes que fueron a compartir con ellos un grato momento.
Al llegar a la ODG, los abuelos se estaban preparando para la oración del Rosario; luego compartimos con ellos sus experiencias de vida, sus dolores y alegrías, gustos y mañas; al mismo tiempo que compartimos con ellos nuestros sueños y aspiraciones. Los abuelos nos compartieron sus experiecias de esfuerzo y de sacrificio, nos desafiaron a jugar truco con mate; las damas nos alentaron a continuar con nuestros proyectos personales.
Al momento de la despedida, las caras de agradecimientos de estos abuelitos era inmensamente gratificante y nos animaba a continuar con nuestro proyecto. Cada uno al despedirnos de ellos nos dedicaba una bendición. Al momento del balance nos da una sensación de satisfacción y de éxito en el propósito de nuestra primera visita que era establecer un lazo con los abuelos. 
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